Mittwoch, Mai 02, 2007

Für immer

Hace poco tiempo tuvo lugar el deceso de una persona importante y querida para mí, y no hablo del señor Yeltsin. Me refiero a mi abuelo Federico. Un hombre lleno de contradicciones; su vida y su muerte fueron una contradicción. Un hombre culto e inteligente y al mismo tiempo un bárbaro. Un misterio para su familia, y para el mundo en general. Se fue rodeado de sus hijos, y al mismo tiempo en esa soledad que él mismo se había forjado. Yo nunca tuve nada que reprocharle, todo lo contrario, y estoy feliz de que así haya sido. Descanse en paz.