Samstag, März 01, 2008

Ni en miércoles de ceniza

Me confieso fan de youtube. Vamos a veces lo uso como radio, cuando no tengo ganas de bajar alguna rola, o tienen una versión especial en el sitio. O para ver alguna serie extranjera. Mi favorita es top gear, busco con ahínco cualquier capítulo de ellos, en especial los desafíos. Hay 3 desafíos en especial que me parecen absolutamente fantásticos: cuando van al Polo Norte, cuando están en África y cuando van a los Estados Unidos de América. Dios santo, estaba buscando la liga para esos videos, y resulta que quitaron la mayor parte del viaje a los Estados Unidos. Parece que algunos rednecks se sintieron ofendidos por esta obra de arte. De todos modos, está el video con la parte que considero más hilarante.

Sin embargo hay dos cosas que me generan mucha tristeza cada que ando surfeando por youtube. La primera y que considero más ultrajante es la pésima ortografía de los hispanohablantes en general y de los connacionales en particular. En sí, no considero a los comentarios como especialmente útiles, pues aunque son una forma de expresión y de retroalimentación e incluso una importante fuente de información, es muy común que en ellos se vierta toda clase de odio, resentimiento, perversidad o cualquier otro contenido de poca relevancia. Youtube ha intentado aminorar su efecto gracias al uso del puntaje y de “spam”. Una vez que un comentario alcanza una puntuación de -6, se oculta, pues lo más probable es que sea un comentario indigno de ser leído. Cuando una persona hace un comentario demostrando su odio hacia alguien o algo en particular, y lo hace con faltas de ortografía, realmente se denigra a si mismo. Pasa algo muy similar cuando el comentario es en defensa de algo/alguien. Se convierte en una defensa patética, lastimosa, se dispara en el pie. Y cuando lo que se intenta es un elogio o un grito de patriotismo u orgullo, se convierte en un insulto para aquellos que comparten esa misma algarabía. Tal vez podrían decir que soy quisquilloso, que es demasiado fijarme en las cosas, pero no es una simple falta de acentos o errores perdonables (vamos, todos los cometemos), son ofensas directas a la vista. Es como masticar un hueso de limón que le cayó a nuestro taco y de pronto todo sabe amargo.

Se puede obtener toda una serie de inferencias (iba a decir conclusiones, pero resulta que es un término delicado que si no tiene un sustento riguroso, simplemente estamos mintiendo) e hipótesis en base a estos comentarios:
- La enseñanza del idioma es deficiente. Tal vez sea nuestra lengua materna pero distamos mucho de dominarla al 100%. Es en verdad un idioma muy complicado. Pero no es excusa para escribir las aberraciones que solemos encontrarnos en los comentarios. El problema empieza desde la raíz de todo: la educación primaria. Podemos tener magníficos libros de texto, pero si el modelo educativo es deficiente, el conocimiento que se imparta también lo será. De qué sirve tener un salón tecnificado o unas preciosas ilustraciones si el maestro o maestra que está formando a las futuras generaciones no está debidamente entrenado y encima tiene mala ortografía. Un paso importante que se ha dado es exigir que todo maestro tenga una licenciatura. Lamentablemente una licenciatura no asegura que el que la posea tenga una buena ortografía, pero su nivel de educación eleva las probabilidades de que el docente haya tenido que leer mucho, escribir mucho y por consiguiente haya mejorado su nivel lingüístico. Sin embargo todo es un círculo vicioso, pues gente preparada requiere de sueldos competentes, e incentivos para ser maestro de primaria en un lugar alejado, o no tan alejado. Y no solo eso, todo el sistema de enseñanza debe ser reformado, pues el recordar como pericos no lleva a un aprendizaje real. El aprendizaje debe ser evaluado de otra manera, y la retroalimentación externa debe estar a la orden del día.
- Existe desprecio hacia un uso adecuado del idioma. Tristemente hay quien privilegia y celebra las mutilaciones a la lengua. Vemos aquí dos vertientes: quien escribe mal por ignorancia y quien escribe mal por gusto. El primero se defenderá arguyendo que así es como él escribe y que chifle su flauta el mundo. Que es demasiado trabajo ocuparse de acentos, haches y demás minucias. Mejor escribimos todo con mayúsculas y sanseacabó. Que esto es un simple foro y que entonces puede escribir como mejor le plazca, que cuando importe entonces sacará un diccionario. Uno ronca o no ronca, uno es madrugador o no lo es, uno tiene buena ortografía o no la tiene, no hay vuelta de hoja. Y entonces tenemos a los segundos, aquellos que escriben mal por gusto. Esto tiene raíces más sociales, como la rebeldía, la pertenencia y la expresión de unicidad. Es entonces cuando encontramos escritos enteros en clave de celular, donde desaparecen las vocales, donde se comprimen las palabras y hay que hacerla de detectives para descifrar qué nos quiere decir el autor. Personalmente encuentro curioso este segundo ejemplo, pues la persona tiene que realizar cierto esfuerzo para aprender este nuevo lenguaje y aplicarlo correctamente. Es más o menos el mismo esfuerzo que podría invertir en aprender ciertas reglas ortográficas. Supongo que tener una buena ortografía no es lo más popular entre los mensajes de texto.
- El acceso a internet se está universalizando. No tanto por la ausencia de una escritura correcta, sino por el contenido de los mensajes, se puede observar que personas de cualquier estrato social y cualquier ubicación geográfica están ganando acceso a internet. Eso es intrínsecamente bueno. Internet puede llegar a generar la conciencia absoluta que significaría el siguiente gran salto evolutivo en el ser humano. Lamentablemente los espacios de expresión no se usan de esa manera en la mayoría de los casos.
- La gente no usa las extensiones de firefox. Sí, sé que no todo mundo usa firefox, pero es algo que recomiendo ampliamente. Y ya que se tiene, pues se le puede agregar una funcionalidad que actúa como la revisión de Word, marcando con rojo aquellas palabras que se encuentran mal escritas en el idioma que se seleccione. Les puede ahorrar muchos dolores de cabeza.

La segunda situación que me genera pena (sí, lloro con desesperación), es todo el odio que se vierte en las zonas de comentario y en los foros por igual. El ser anónimos permite que el recato y los buenos modales pasen a segundo término y se puedan plasmar las emociones como salen directamente del alma. Y ahí parece que solo existen odio, rencores y frustraciones. No digo que esté en contra de disentir, al contrario, nada es más saludable que tener un objetor. Pero hay maneras de disentir. Se puede hacerlo con argumentos, con ideas que sustenten nuestra posición, y con apertura para esperar una respuesta en los mismos términos. O se pueden usar palabras fuertes y altisonantes que ponen en duda las preferencias sexuales, la capacidad de raciocinio, la validez de la filiación, el oficio de los progenitores, el nivel educativo y socioeconómico y finalmente todo el sistema de creencias. Pareciera que ser pobre fuera un crimen. Y todo sin dar ningún sustento a dichas afirmaciones más que el desdén que se siente por la otra persona y que la opinión del autor es mucho más valiosa que cualquier otra. Tal vez sea solo un reflejo de las inseguridades y complejos del que plasma su opinión de esa manera.

En fin, espero que disfruten de top gear.