Una vez más, como es mi sana costumbre, dejé esto abandonado durante un buen tiempo. Y eso tiene diversas razones que podría enumerar y explicar, pero realmente dudo que les importe (o como reza cierta frase “a usted que le valga madres”). En fin, aquí estamos de nuevo.
Me han dicho que mi blog es difícil o cansado de leer, por lo que posiblemente en no mucho tiempo cambiaré el formato para que sea más amigable con sus ojos. No me había dado cuenta que las letras pequeñas y blancas sobre un fondo negro causan presbicia juvenil.
Me pidieron que hablara sobre Oaxaca, pero realmente de eso pueden saber en periódicos y noticieros y formarse su propia opinión. A ese respecto solo quisiera decir que a mi parecer la respuesta federal ha sido muy tibia, y una vez más se han vuelto rehenes de grupos insurgentes, de agitadores que han olvidado sus demandas iniciales y solo quieren fregar por el gusto de hacerlo. Dentro de esta anarquía que reina en la capital oaxaqueña, esta tierra sin dios y sin ley, se han hecho destrozos de todo tipo que muy probablemente quedarán en la impunidad abrigados en el pretexto de ser situaciones extraordinarias. Toda esta gente debería ser juzgada y el orden y el estado de derecho deberían ser restituidos en la capital. Pero no debe terminar el conflicto, las negociaciones deben seguir y se debe llegar a un acuerdo, pero con la vida cotidiana reestablecida.
Y finalmente, este conflicto debió ser controlado por el gobernador del estado. Si este se ve rebasado en sus capacidades, entonces debe declararse incompetente para detentar el cargo y renunciar. No es posible que tome una posición cómoda y deje todo en manos del gobierno federal. Ya estaremos viendo que pasa.
Bueno, de lo que quería hablar y que en cierta manera responde a un comentario aparecido en el periódico “El Economista” en la sección de tecnología, es sobre la piratería digital. En la columna se menciona que actualmente no queremos pagar por nada de lo que usamos, que nos bajamos todo pirata y que aparte queremos también los manuales de uso de estos programas en español y bien explicados y sobre todo gratis.
¿No quieren pavo? Yo estoy totalmente de acuerdo en que la piratería no es un buen camino y que si las compañías están desarrollando el software porque ese es su producto y lo hacen para tener ganancias y llevarse alimento a la boca, pues se les debe pagar lo que piden. Y digo lo que piden pues finalmente los precios los pone el mercado. (No estoy en una posición moral para criticar a los que usan piratería, debo decir, no sería congruente)
Sin embargo también soy un firme creyente del libre tránsito de la información y que una cooperación mundial entre programadores y desarrolladores llevarían a una crecimiento exponencial en nuestras capacidades tecnológicas. Si todos trabajáramos juntos, como lo he repetido hasta el cansancio, este sería un mundo feliz.
Aparentemente estas dos posturas son encontradas, y pues los programadores y los artistas y los escritores tienen que vivir de algo ¿no? Aún así, creo que hay una manera de conciliar estas posturas y es a través de cambiar el modelo de negocio que estas personas siguen. La idea no es nada nueva (desde hace ya algún tiempo que tenemos programas legalmente gratis, que fue lo que nos malacostumbró en primer lugar) pero debería aplicarse a una mayor escala y sobre todo con más frecuencia. Por ejemplo las disqueras han pelado hasta la muerte el que las personas puedan tener música sin pagar por ella. Y esa pelea no es nueva, existe desde que el usuario final pudo hacer copias (los ahora cuaisidifuntos casetes) en dónde las disqueras perdieron los juicios, mismos que ahora sirven como antecedente en nuevos juicios en los que se quiere demandar al ipod y otros bonitos juguetes.
Yo soy de la idea de que estas peleas contra todo lo que permita copiar y compartir música es una batalla perdida. El movimiento es muy grande y tiene mucho momento de inercia. Vamos, adoramos la música y si la podemos tener gratis…gratis aunque me haga daño reza el viejo adagio. Como muchas, muchas otras compañías, las disqueras deberían replantear su giro de negocio y su plan de negocios y operación. Deben mirar alrededor y ver como las compañías petroleras ya no se dedican a surtir petróleo, ahora se definen como proveedores de energéticos. Basta ver la historia de Toyota, Nokia o Ericsson para ver que se puede cambiar el giro de negocio radicalmente. No estoy diciendo que las disqueras cambien radicalmente, pero en vez de definirse como vendedoras de discos y medios inviolables para la difusión de fonogramas, deberían ser proveedores de entretenimiento.
Ya se han dado pasos en este sentido, como el célebre itunes y otros muchos servicios. Incluso hay una disquera online, que ofrece los discos de sus apoderados por el monto que uno quiera pagar, (cabe decir que estos se descargan, no hay físicos). Lo que se recauda va en gran media al artista (para limpiar el nombre de las disqueras abusadoras de artistas).
Por alguna razón estamos dispuestos a pagar aquello que es tangible, lo intangible sentimos que debería de ser gratis. No es una lógica sensata, pero así es como es. Las disqueras deberían aprovechar este punto, y obtener ingresos a través de los conciertos, de la parafernalia del artista, de contratos, y todo eso que ya lo hacen. Lo nuevo sería meterle más fuerte a ese tipo de industria y abandonar la inútil lucha por evitar la copia de archivos. Y aunado a esto, el artista debe tener también participación justa de los ingresos que se generen de esta manera. Ni modo, renovarse o morir.
Finalmente sobre el tema de la música en Internet, y por otros medios, quiero decir que los artistas están sobre pagados. Es la verdad, ganan mucho mucho más de lo que se merecen. Hay millones de artistas mediocres o a los cuales no se les ha dado la oportunidad, que no ganan mucho dinero. Pero bueno, un artista si se hace llamar así es porque ama el arte y quiere expandir su mensaje y su obra. Pero también hay una buena cantidad que ganan cantidades estúpidas de dinero y que son igual de mediocres. No están en su posición por su “talento” sino porque fueron un producto bien presentado y bien vendido en el cual se invirtió un buen dinero que resultó ser redituable. Quisiera no dar ejemplos, pero mi desprecio por Jessica Simpson y la mayoría de artistas de hiphop y banda, no me lo permite. Lamentablemente esta industria se mueve gracias al gusto de la gente, se rige por las leyes de mercado y gente muy talentosa no es tan reconocida como otros que son meros productos para consumo. Algo muy similar ocurre en el deporte.
Muchas veces vemos un partido y vemos alguien que falla o alguien que no está jugando al 100%, jugando desganados y a veces alguien dice “bueno es que no es fácil, son humanos, ya te quisiera ver haciendo eso”. Pero olvidamos que a esta gente se le está pagando y se le está pagando muy bien. La verdad es que no se merecen nuestra compasión y nos deben un buen partido y nos deben su mejor esfuerzo. Para eso se les paga, y sin nosotros, los aficionados, no serían nada. Lo mismo la relación de las compañías con los CEO’s o nosotros el pueblo con nuestros políticos, se les paga para trabajar maldita sea, no para simular que trabajan.
Volviendo al tema de Internet y la cultura de todo gratis, está también el software. Y está el código abierto, que mucha gente programa por amor al arte solo por ganas de hacer mejor las cosas (esta gente gana dinero de otras maneras). Tal vez las compañías desarrolladoras podrían tomar ese ejemplo. Y ya lo han hecho, y seguido nos obsequian software. ¿Dónde está el negocio en eso? En muchas partes. Hay infinidad de oportunidades de negocio, como vender el soporte, los manuales, la capacitación, los certificados de manejo de software, el hardware que contiene al software (veanse las computadoras de apple), publicidad dentro de los programas, suscripciones, actualizaciones, instalación, mejoras, etc.
He tenido acceso a software de alto nivel con licencias del orden de los $25000 usd y que el puro curso para aprender a usarlo cuesta $4000 usd. Obviamente estos vienen súper protegidos y su uso es ampliamente restringido. Y también he oído que se los puede conseguir en tepito o cualquier otro lugar afin donde la piratería sea rampante. En esta caso, por qué no decir “yo, desarrollador, te regalo a ti, compañía, este bonito software de alto nivel, sin embargo aprender a usarlo y tener soporte te costará $27000 usd, (creeme que consultar el botón de ayuda no te servirá de mucho)”. Vemos aquí que el software es gratis, y seguramente generará mucha demanda. Si es un buen software se volverá el líder, y ese es un capital que la compañía desarrolladora debe poder explotar.
A lo que no le he encontrado solución es a los libros. La lectura se debe fomentar, debe ser algo que se practique con frecuencia, debemos tener hambre de leer, hambre de información, hambre de conocimiento. Tristemente ser escritor puede brindar mucha satisfacción y estatus, pero rara vez trae muchos billetes, a menos que escribamos sobre magos prepubertos y su tránsito por la juventud. Debe existir una forma de conciliar ambas cosas, además de lograr que la información fluya libremente para enriquecimiento de todos nosotros.